En la realidad actual resulta indispensable implementar estrategias para prevenir el bullying en las escuelas, en vista de que está ocurriendo con frecuencia y los jóvenes están resultando realmente afectados con esta situación. Entérate de más acerca de esto, a continuación.
¿Qué se entiende por bullying?
Este es un término anglosajón que se ha implementado para referirse al acoso que ejerce uno o varios estudiantes sobre otro en el entorno escolar. Aunque no se limita exclusivamente a estos espacios, es más frecuente en ellos que en otros contextos.
Por lo general, el abusador ejerce presión sobre el abusado por ser físicamente más fuerte, popular o disponer de alguna característica que lo hace “superior” al otro de alguna manera en el entorno en el que se encuentran.
Se considera bullying cuando el acoso se realiza de manera frecuente y repetida sobre el mismo estudiante abusado, lo cual suele incluir algún tipo de violencia, ya sea física o psicológica, ocasionando daño en la víctima.
La persona que comete bullying puede actuar sola o en compañía de otros para amedrentar con más facilidad al afectado. En ocasiones, este tipo de abusos han quedado registrados en las redes sociales porque los espectadores no intervienen, pero registran los acontecimientos para subirlos a las redes sociales.
Por lo tanto, el bullying per sé involucra tanto al abusador y al abusado, como a los espectadores, los padres y la escuela cuando el personal se mantiene silente ante la manifestación de este tipo de actos en sus instalaciones.
Las consecuencias del bullying
En diversos países se han conocido casos de bullying con consecuencias devastadoras, donde los afectados han llegado a quitarse la vida al no encontrar otra solución para dar fin a esta serie de abusos de los que fueron víctimas. De allí la importancia de crear lineamientos claros para no tolerar ningún tipo de violencia en los planteles educativos.
Muchas escuelas están trabajando para que no sigan ocurriendo situaciones como estas, pero todavía queda mucho camino por recorrer al respecto porque en ocasiones los padres, representantes y personal docente no están al tanto de que existe bullying hasta que es demasiado tarde.
Aún cuando la consecuencia no es fatal, igualmente las víctimas de este tipo de abuso reiterado sufren daños emocionales, físicos y psicológicos que no deben permitirse, ya que todos los estudiantes que son miembros de una comunidad educativa tienen los mismos derechos y deberes.
Estrategias para prevenir el bullying en las escuelas
Lo más importante para prevenir este tipo de actos violentos en las escuelas es demostrar que las instituciones no están dispuestas a tolerarlos e implementar canales de comunicación que se mantengan abiertos de manera permanente para denunciarlos.
Muchas veces los estudiantes que son víctimas de abuso no lo cuentan a sus padres o docentes por no encontrar la manera de hacerlo o no recibir la atención que necesitan.
Al habilitar canales de comunicación efectivos esto puede prevenirse e incluso cualquier otro estudiante que haya sido espectador puede denunciar la situación para detenerla a tiempo y sancionar a el/los responsables.
En casa, los padres también deben asegurarse de que sus hijos sientan la confianza requerida para contarles todo y actuar de manera oportuna ante este tipo de situaciones, involucrando al personal docente y administrativo de la institución para ponerle fin cuanto antes.
Por último, quizá lo más importante es procurar que la educación actual refuerce los valores de los estudiantes para enaltecer de esta manera los derechos de las personas y asegurar que no se sigan formando “abusivos” sino compañeros amables y tolerantes. Es la mejor manera de prevenir el bullying tanto en la escuela como en la propia vida.
